La amarillenta y verdusca vegetación cubre la altura debajo de ese azul
infinito que con un cierto juego de viento y luz sostiene algunas nubes blancas,
estamos.
Subimos desde los 100 m.s.n.m (metros sobre el nivel del
mar)
Se siente aunque seas de por acá la falta de aire y un tolerable
dolor de cabeza se hace compañía hasta llegar al destino.
¿qué es el Ajutap?
En pequeños autos por seguridad vamos subiendo
De un lado del camino: el abismo,
del otro: la falda de algún nuevo Apu.
Nuestras miradas preguntan sin querer
La gentes nos miran aunque-somos pocos-Miramos a las
gentes
Con cuidado pero siempre torpes, miramos
Nos sienten extraños, somos lejanos
Y queriendo a veces acercarse, mis compas no tienen otra
salida que sonreír como piedras o bajar la mirada.
¿A cuántos kilómetros dejamos la última referencia de “nuestro
mundo”? Pueda ser la pregunta que sellan a cada paso.
Es una manera de preguntarse por si realmente estamos
aquí
Y si con todo aquello que traen podrán vivir.
Pero ¿somos parte del espíritu?
Encuentran en estas gentes nuevos andares y rutinas.
Los caminares de los de Pampa llevan pesados trabajos
desde siglos
Y sorprenden con sus pequeños y pelados pies saltan como niños, como águilas.
La sierra quiebra sus rostros-comenta Erika.
Vamos viniendo desde hace
más de medio año- Reafirma Yajaira
Pasamos por Lima
Y es verdad pasamos y ya nos vinimos para acá- ¿Será Lima
distinta? Apenas en una otra pregunta que tomará tiempo formarse.
¿Dónde quedó el último sitio conocido?
¿Podremos?
En medio de esa duda les-nos
asalta el humor nervioso.
Las quejas sencillas del cotidiano no tendrían aquí eco pero
ahí se hacen inocultables.
Me repito como oración: - tanto el lugar de este “uno de los mundos andinos” como mis compañeros son
sagrados”
Y todo es nuevo para todos.
Para ellos la ilusión de seguir formándose ¿Por qué
tendría que pasar por la Extrañeza, por la Lejanía y por el OTRO?
Para mí ¿por que buscar tan animalmente la racionalidad
que nos permita beber del propio pozo?
Caminamos llevamos nuestros mundo creados,
Personajes que duermen inquietos en nuestras espaldas
Y los textos son palabras huecas que esperan el lugar
para hacerse presencia.
Nuestros huesos tal vez pasen por la misma experiencia-
de huecos a llenos.
De textos a carne.
Calor, sequedad, viento
Latido acelerado
Ojos hipnóticos
Flores en los sombreros nos reciben sin acercarse
Ahí están, llegamos en el centro….
Cada uno de su padre y de su madre
Y necesitamos que no sea ni sus padres ni sus madres,
estar
Fiándome de que no haré sola este trabajo
Por eso cerré los ojos tantas veces, interrogando al
cielo meintras esperaba a los espíritus.
Sentía la ausencia de Arnaldo y Ricardo pero vinieron lo
sque esperaban, llegaron en las voces de Alfredo, de Marta Angélica y de los
chicuchas que nos esperaban desde tempranito.
Las manos sencillas de mujeres venidas de tierras aztecas
nos reciben…
Son monjas-religiosas- católicas y nuevamente todo se puso patas arriba, los
pre-juicios invadieron al grupo.
¿Será posible DARLE PASO A LA EXPERIENCIA?
Me fío que ellas y ellos me llevaron para su lago,
hicieron lo posible y lo imposible también… y con ese recuerdo mi corazón
agitado volvió a fiarse en todo, en ellas y ellos.
Las “monjas” son
parte de lo que es la comunidad y de una historia que tiene su propia historia.
Empezamos a comer con ellas, que recibieron el trabajo de
las de “sombreros con flores” y nos lo hacen llegar. La entrega no podía ser
directa….la entrega pasa de mano en mano.
Ajutap, somos parte del espíritu de los seres que han
creado desde tiempos…
Estamos, venimos y nos iremos
Pero hay tiempo
Entonces unas cuantas noches empiezan a mostrarnos sus
verdaderos misterios….
Confesiones, pasiones, muertos como vivos nos acompañaron
en nuestras habitaciones
Las palabras que escucharon en la mesa de la tarde les
han impactado,
La voz de una mujer
Los relatos de un joven dirigente….”nuestra
historia y lo que hacemos está aquí”
Ahora quieren saber.
Ahora quieren saber.
No podía explicarles
Ni quería explicarles
Y tampoco se podía describir todo antes de que sucediera,
¿podemos programar el encuentro?
La confianza debía crecer y creció.
El amor y la memoria vuelven poniendo en su justo tamaño
al miedo y a la inseguridad, que permanecerán enanos con nosotras y nosotros.
Cada mañana cuando creían con sinceridad ser los que
llevaban regalos se convertian en recibidores de regalos.
¿Y a quién no le gusta un regalo?
Los “chicuchas” y jóvenes afinaron sus voces, trajeron
durante tres meses sus guitarras, plancharon cada semana sus blancas blusas, y
aquellas faldas que llegado el día ocultan el traje “oficial de la escuela” para
ser nuevamente creadores – artistas les llamamos.
¿Qué no habían visto artistas antes?
Quién dice eso o lo piensa necesita una oportunidad y
esta es nuestra oportunidad-experiencia: AJUTAP para creadores
itinerantes.
Caminar sin rumbo predicho
Recoger la intuición de la tierra
Ofrendar a las huacas
Querer aprender, amar una posibilidad desconocida.
También nosotros tendimos los trajes, planchamos las
blusas, habíamos metido lo mejor de nuestro repertorio.
Actrices que retoman, directoras que se abren, asistentes
que nacen, actores que se encuentran, maestros y maestras que comparten, cuando
los escenarios y las luces son cargados
entre todos.
Las tardes noches eran otra lección
Saboreamos la intranquilidad ¿vendrán?
¿Perifoneamos? ¿Pasamos por la escuela? Como si no nos
hubieran vistos desde el primer minuto o antes de llegar. Sabían que estábamos esperando
¡Ya aparecerían!
Que si el teatro para niños es a las tres y media, que si
para adultos sería a las siete de la noche.
Todos fueron adónde quisieron
Las mujeres con sus hijos los jóvenes los hombres, llegando como la lluvia en esta época, poco a poquito hasta
humedecer con silencio y risas quietas la sala, para finalmente ser alegría.
Nuestra última noche del AYNI duró siete días
Nadie se quería ir…..ahí empezamos a llegar a ellos.
Ahí tuvimos la puerta abierta de ambos lados, de ellas y
ellos que siempre nos esperarían y nuestras promesas de volver con nosotr@s o
en otr@s.
Todo fue por amor ,por “el verbo más bello y nos va la vida
en ello”
Arnaldo y Ricardo que bueno por seguirme en la distancia.
Nicanor, si lo tuyo era parte de este ayni.
Cuando llegamos a Lima con nuestras pieles desacomodadas
de tanto brinco
tuvimos la fuerza de mil leonas para levantar la voz y
salir a correr
Nada era para todos igual, debía ser para cada quien algo especial y
eso se procuró de todas las maneras.
Ajutap fue al inicio del año una provocación total a la formación
caminando.
¿Cuánto quieres poner en esta ruta?
Debemos nuestra tu vida.
Teatros distintos
Actores de pelajes múltiples
Pueblo misterio y sabiduría al sol
No necesitábamos “evangelización” sino encuentro.
Llegar a comprender con el maestro Arguedas que "imitar desde
aquí sería un escándalo”
Por eso no quise que fuera un festival
Tampoco un congreso
Ni una muestra
Se me llamó a compartir los caminos de mis memorias, e hicimos este pequeño viaje. Martín me hizo
recordar el texto de Kavafis y recordé que ese mismo texto lo hice el primer año de
actuación: ITACA
AJUTAP es el viaje,
hemos entrado a mercados e intercambiado perlas, perfumes y nuestros más íntimos
tesoros y lo que aún no sabemos.
A todos los fieros monstruos hemos conocido, están en
nuestro interior también
Pero hoy estamos acompañados por el arte-voz de esos
jilgueros infantiles, la seducción de las voces adolescentes y rebeldes de las
muchachas, la fuerza de las mujeres con sus wuwuas a cuesta.
Un mundo más acá ahora
Una puerta por dónde podremos seguir encontrándonos
Hoy inquieta más la pobreza, la injusticia, el frío
Desde los tres mil metros podemos asomarnos a eso que se
nombra como resistencia.
Ahora hemos bajado
Ahora toca seguir
Pampa
Yanama
Karrouya
Ajutap
Deseo seguir entrando y saliendo de los caminos, agradecida
por mis caídas desde este nuevo aleteo de colibrí, no son míos, no soy de
ustedes pero ambos conocemos estos reveses, necesito despedirme. Confiar en la
caricia del lago
Otros llevarán novedades, hay que seguir más allá de uno,
de una, no quedarnos en sitios seguras por más flores que abunden.
Deseo más que tenerlos,
dejarme sorprender por la vida de otros en ustedes.
Necesito “mi
pequeño vuelo de colibrí”, el teatro también lo espera así.
Vuelvo a este caminar y grupo - elenco que otros llaman
"objetos", ustedes ya saben más de esto.
He bebido del sol de sus corazones tribus-teatros-pampas-gente
Y moviéndome en segundos siento el fuego robado a los que
quieren el fuego para sí,
Picaflores que toman el fuego pequeño para otros.
Dar-recibir.
Reciprocidad de gracia
Ternura tejida en cada centímetro de estas plumas
maduras, solo damos lo que recibimos.
Ajutap no termina, siempre empieza, siempre en vuelo.
Hildy Quintanilla
20 de nov. 2012